viernes, 17 de julio de 2015

Cambios y aprendizaje

Y como toda la vida es Yoga, lo que a veces vemos como caminos distintos u opuestos, no son sino atajos o caminos más largos para ir a un lugar común. Se me viene a la mente una imagen que alguna vez grabé observando en la selva del Amazonas a unas hormigas que iban de un lado a otro. Al mirar con detalle vi que cada hormiga o en grupos pequeños, seguían un camino en particular, diferente al de las otras. Pero al mirar el conjunto, todas parecían recorrer el mismo camino. Al final todas iban a casa. Así lo veo en mi vida. Lo que yo con mi limitada percepción considero como un camino particular, de repente da un giro o encuentra un obstáculo y me veo parada en otro, que mi misma limitada percepción interpreta como algo diferente al anterior. Pero si observo con cierta distancia, el motor siempre ha sido el mismo: un afán de progresar, de evolucionar o en términos más sencillos y familiares, de ir a casa.
Los últimos dos meses han sido eso: nos han puesto como familia a levantarnos por encima del camino para ver las otras formas paralelas de llegar al mismo lugar. En este caso el camino que parecía el menos apropiado hace dos años, es ahora el que con claridad vemos que nos va a servir como atajo para seguir creciendo en familia.
Hicimos el viaje a España del que hablé la última vez que escribí en este registro y encontramos que mucho de lo que fue lo mejor que pudimos haber hecho hace 3 años en cuanto a la educación de Noe y Bhai, había que revaluarlo (que fue en primera instancia lo que nos hizo pensar en hacer el viaje). Aprendimos mucho en condiciones muy acogedoras y a veces muy desafiantes. Nos expusimos todos a situaciones que nos sacaron de nuestro lugar cómodo y donde tuvimos la oportunidad de controlarnos o de perder el control completamente. Y aprendimos mucho todos.
Una de las enseñanzas más grandes fue que la capacidad de adaptación, así como es de indispensable para asumir los cambios inevitables de vivir, no es un derecho. Es un aprendizaje que damos por hecho porque no nos cuesta mucho aprenderlo al común de la gente. Pero para algunas personas como Bhai, para ser concisos, es un desafío complejo. Valoré esa capacidad al ver la dificultad de Bhai para asumir cada cambio en un viaje lleno de sorpresas y agradezco la amplitud de mente que me ha dado el yoga para poder afianzar este aprendizaje de poder adaptarse fácilmente a la vida y los cambios que va trayendo. También aprendí mucho sobre cómo aprende Bhai más fácilmente y porqué a veces yo no entiendo su manera de ver el mundo. El piensa en imágenes más que en palabras y son estas las que lo ayudan a darle sentido al lenguaje hablado o escrito. Esto fue crucial para mi comunicación con el. Romper la barrera de "ser mala dibujante" para poderme comunicar mejor con mi hijo, ha sido uno de los grandes regalos de estas últimas semanas. Entender que la libertad disfrazada de "falta de estructura" y la espontaneidad de "falta de rutina" son cosas relativas que así como suenan de bonito para el que oye estas palabras, son de asustadores los conceptos para el que, como Bhai, necesita estructura y rutina para encontrar la paz. Entender esto nos está permitiendo encontrar más paz como padres también y tener una mejor comunicación con nuestros hijos y por consiguiente entre nosotros. Aprendí que estas dos cosas (rutina y estructura) no tienen porqué alejarnos de nuestra esencia. De hecho, la esencia de Bhai está más a flor de piel cuando su entorno le puede proveer herramientas para anticipar mejor lo que viene y para tomar decisiones más fácilmente acerca de cómo utilizar su tiempo. Aprendí también que "enseñar" no significa "imponer", sino "mostrar" y que el aprendizaje sucede si se muestra de la manera correcta. Aprendí que "correcto" no es un único camino, sino que es el camino que se escoge cuando se han considerado todas las variables, siendo una de ellas el tiempo. Y que por eso ese "correcto" hay que revisarlo continuamente para no quedarse estancado haciendo lo mismo en aras de "lo correcto".  Aprendí también que para Noe socializar es una necesidad en este momento de su vida y que una educación en casa en Colombia en este momento lo priva mucho de eso (por la sencilla razón de que durante la mayoría del día la gente, grandes y chicos, están en algunos lugares específicos reunidos: los niños en su mayoría en el colegio y los adultos en sus lugares de estudio o de trabajo). Por eso la demanda de Noe: "mamá, es que quiero jugar con más gente". Aprendí que a esta necesidad había que responder genuinamente y no tratando de forzar una camaradería de hermandad entre Noe y su hermano. Su camaradería será más natural entre más nutramos la necesidad legítima de Noe de estar con más personas diferentes a su núcleo familiar más cercano. También aprendí que cada uno de nosotros necesitamos un tiempo en el que podamos hacer lo que necesitemos sin tener que cargar con la responsabilidad de otro. Encontrar estos tiempos es vital para la armonía familiar. Es deber de cada uno velar porque los otros encuentren estos momentos en los que puedan hacer lo que necesiten hacer para su propio cuidado. Esto es definitivo para la psicología individual y familiar. Esencial. Determinante. Es la diferencia entre el paraíso y el infierno.
Los detalles del viaje están en las bitácoras de viaje de Bhai y Noe e incluyen idas a los museos, el oceanario (que despertó en Bhai las ganas locas de ser buzo profesional para salvar a los animales y en Noe la fijación por aprender a pescar su propia comida), la visita a las playas de Portugal y del mediterráneo, el cultivo de la pasión herpetológica de Bhai y por los rinocerontes de Noe, el gusto por la buena comida, una perdida asustadora de una hora de Bhai en Madrid que terminó en rescate policial y cientos de sustos de dos papás queriendo llevar a sus hijos desacostumbrados a la metrópolis por las calles de la bella Madrid. Ah! y como olvidar la emoción de los dos chicos en sus paseos en metro. Pero detrás de esos momentos memorables hay un mar de enseñanzas que nos amplían el camino de la vida. Entendí mejor que nunca la importancia y la verdadera función de la familia: un grupo de crecimiento y evolución escogido por Dios para cada individuo. Un potencializador de las capacidades de cada uno.









































Y ¿cuáles han sido los cambios específicamente? cambio de vivienda, uso de la casa de Suesca como finca para el ocio de los fines de semana y ya no como vivienda permanente, búsqueda de un colegio que aceptara el desafío de emprender este nuevo proyecto educativo en el que todo un equipo participa, conseguir ese equipo de especialistas que están sincronizados con nosotros como familia para proveerle a Bhai la rutina que necesita sin pedirla (porque por su misma naturaleza, así lo necesite, no lo pide), y re direccionar la vida completamente, que como dije antes, no es más que tomar otro camino para al final llegar al mismo lugar, ojalá más fuertes. Significa flexibilizarse completamente para entender que todo cabe en este proceso, siempre y cuando haya claridad y sobre todo, amor. Para mí en mi búsqueda espiritual es entender más profundamente la frase de Sri Aurobindo: "Toda la vida es Yoga".
Aunque el remesón en España fue fuerte, llegué con una nueva fuerza y una claridad que no me ha dejado sentir el cansancio que sería natural al no parar de trabajar para hacer esa re organización. Los días han sido largos, con pocas horas de sueño, a veces haciendo y a veces solo pensando cómo mover todas las fichas para ajustar todo a las necesidades lo antes posible. Han sido tres semanas y media intensas desde la llegada pero que están dando sus frutos uno detrás de otro, dándome la sensación de que esto todo estaba ya organizado y yo solo tenía que levantar un velo para descubrirlo. Las personas especializadas en los aprendizajes que le van a ayudar más a Bhai en este momento (de nuevo, no los que yo creo que debería tener sino los que intuitivamente vengo sintiendo que le competen aunque no lo exprese) han ido apareciendo, la casa en un lugar con mayores recursos también, el colegio que con toda su energía dijo "sí, nos le medimos a este buen proyecto educativo" también apareció con una serie de eventos afortunados, la persona que puede acompañar a Bhai para hacer su integración al nuevo colegio de una manera ideal llegó en una mañana y la energía de Juanca para trabajar incansablemente para que todo esto sea posible, con todo un apoyo familiar detrás, ha sido impresionante. El poder de concentración de Bhai sabemos perfectamente de donde lo sacó. En todo este proceso desde que aterrizamos de España me he sentido llevada de la mano, guiada, alimentada. Todo ha salido en tiempo récord y puedo decir que vuelo hacia Toronto a Los Juegos Panamericanos (como entrenadora del equipo colombiano de esquí) tranquila de haber aprovechado todo ese tiempo al máximo. Y la importancia de hacerlo así no era simplemente el afán sino que por todo lo que aprendimos en España, empezar una rutina con Bhai y que tanto Noe como Bhai entraran a un lugar donde el primero pudiera hacer su propio grupo de amigos y el segundo empezar su proceso estructurado de trabajo dentro de una rutina predecible, era una necesidad inaplazable. Descanso. Y aun no puedo dormir. Estoy energizada y llevada por algo más grande que yo.

Recuerdo las anécdotas que alcance para la posteridad:
Le pregunto a Bhai: "¿tu quién eres?" y me responde: "yo soy un niño muy alegre, juguetón, travieso, invisible. Soy un niño muy profundo."

Me dice Noe: "mamá yo quiero chocolate". "Bueno, pero como en la noche no te cae tan bien, cómete solo un cuadradito". Le dije. Andrea le partió un cuadradito y dice: "No, me tienes que dar otro para pegárselo a este porque mi mamá de dijo que un cuadrado y esto es un rectángulo."

Cuando fuimos al oceanário en Lisboa, Bhai estaba fascinado por el espectáculo de los peces flotando en ese inmenso tanque y se emocionó mucho al ver a los buzos alimentarlos. Decía: "yo voy a ser buzo profesional. Salvaré a todos los peces."
Noe por la misma ventana miraba y decía: "cuando yo sea grande voy a ser pescador" a lo que Bhai responde: "cuando yo sea grande voy a ser cazador de pescadores."


En medio de todas las consultas y el viaje en torno a Bhai, un día que íbamos a salir a cenar y que Bhai no quería, Noe me vio dudando si llevar a Bhai o no y se me acerca y me dice: "mamá, llevémoslo que cuando el esté allá, va a estar feliz." Y así fue. Su hermano es su mejor cómplice y amigo.