martes, 28 de octubre de 2014

Escalada

Ayer fuimos a la casa de nuestros amigos Carolyn y Juanca y sus hijos Mía y Salomón en Suesca. Su casa frente a las rocas es un paraíso. Pasamos un día que para todos creo que será memorable. Fue uno de esos días en los que el tiempo no existe. No hay nada más que hacer distinto a estar presentes en la magia del momento. Los papás les armaron una ruta a los niños para escalar y un columpio para que escalaran hasta cierto punto y luego se dejaran ir con la fuerza kinética. Verlos escalar hasta arriba y pararse sin miedo para después lanzarse sabiendo que su arnés y cuerda los iba a sostener fue conmovedor. Se relajan sin ningún miedo y se entregan a una experiencia que yo viví por primera vez a los 16 años cuando me tocó enfrentarme a unos miedos muy arraigados. Para estos niños a los 3 y 4 años es natural no tener miedo. Así nacen y ojalá así se queden. Dejo unas fotos para el récord:





















lunes, 27 de octubre de 2014

4 semanas innolvidables

Empezamos este viaje el 23 de septiembre llegando a Arizona donde participamos de la conferencia de familias que educan sin escuela. Había gente de todo EE.UU. Aprendimos mucho, compartimos mucho y nos llenó de ánimo ver que hay tantas familias buscando y encontrando un camino con sentido al proceso de crianza de los niños. El común denominador de estas familias era el querer vivir el proceso de aprendizaje en todas partes, en familia. Había un ambiente de introspección generalizado con el que me sentí identificada. No había una actitud de "nosotros papás educando a estos niños" sino mas bien "todos aprendemos y crecemos juntos".
Había toda clase de actividades y los niños pasaron muy bien estos 4 días. En general había respeto en el ambiente. Nadie sermoneaba a nadie, nadie regañaba a nadie. Vimos niños pequeños como Bhai y Noe, adolescentes expresándose libremente y muy respetuosos de los demás, y conocimos adultos que han sido educados sin escuela que tienen vidas felices y productivas. Tuvimos conversaciones muy ricas con muchos de ellos y creamos lazos con otras familias que están en un proceso similar al nuestro. 
El resto de los días en Phoenix los pasamos con amigos esquiando y con Harry y mi mamá que nos consintieron mucho. Fuimos al rojo Sedona a bañarnos en el río y donde Bhai se encontró una chicharra antes de que la aplastara un carro. Como Juanca le explicó que tenían unas pequeñas sierras en la boca que le podían hacer daño, buscó una piedra lisa y la agarró de arriba y la puso sobre la piedra con mucho cuidado. La veló casi media hora, hasta que ya debíamos irnos. La puso al lado de un árbol despidiéndose emotivamente de "mi nueva mascota preferida".








Fuimos a un show de reptiles en Tucson donde Bhai se metió un buen rato a consentir a un lagarto monitor y a un cocodrilo. También lo dejaron acariciar unas serpientes y estaba feliz. Noe también gozó mucho aprendiendo sobre los lagartos y pidiendo que le hicieran "green crocodiles" con bombas de inflar.








Vimos a nuestros buenos amigos la familia Hammerschlag a quienes siempre es refrescante ver.
De ahí salimos para Orlando para el Mundial de esquí. Fue una gran experiencia estar en ese torneo. El nivel era muy bueno y las condiciones perfectas pues nos quedamos en una casa en el lago. Los niños y Juanca pudieron  hacer lo que quisieron mientras que yo esquiaba y veía esquiar. Esquié muy bien y cumplí con los objetivos que me propuse. Quedé de 5 en salto y de 5 en el overall. Eso es lo máximo que he hecho en un mundial. Había 300 esquiadores participando y fue muy motivante ver a tanta gente en forma, haciendo bien un deporte. Muy enriquecedor.
Al terminar la semana del campeonato nos fuimos a recoger a mi madre para empezar nuestro viaje por Disney. Mi mamá consiguió un muy buen resort con unos caminos muy lindos para caminar, campos de golf y piscinas. El apartamento muy cómodo. Compramos un buen mercado y pasamos una semana inolvidable. El primer día recorrimos Magic Kingdom, el parque original de Disney Land. Estabamos muy a la expectativa de la reacción de los niños al llegar, especialmente de Bhai, pues era una posibilidad que no quisiera entrar a un lugar como ese y que no se quisiera montar en nada. Lo preparamos con anterioridad contando situaciones con las que probablemente nos íbamos a encontrar, como "vamos a un lugar donde habrá mucha gente y tendremos que hacer filas para montarnos en unos carritos para hacer unos paseos" o cosas por el estilo. Estuvimos ahí desde las 9am hasta las 9pm. Pasamos felices. La primera atracción a las que los montamos fue una aventura por unas minas en las que el carrito caía por una loma inclinada y pasaba por unos túneles oscuros. Los niños habían querido montarse adelante y solos. Se montaron en el carro de más adelante donde no veían a nadie y además iban los dos sentados juntos y nosotros detrás. Esa fue la desensibilización súbita a lo que se vendría de ahí en adelante durante el resto del viaje. Inocentemente los preparamos para el resto de la semana. Al bajar, dijimos con Juanca: "con esa quedaron bautizados" y dice Noe: "sí, ahora nos llamaremos Montaños Rusos".
Recorrieron todo el parque y repitieron las atracciones que más les gustaron como la pista de carreras de carros.
Al día siguiente estábamos exhaustos. Nos quedamos el día entero en el hotel, descubriendo las piscinas, explorando las caminatas por entre los bosques floridanos y haciendo planes para los días que venían.
Al día siguiente nos fuimos para Animal Kingdom, otro de los parques de Disney. Es un parque con muchos animales y ambientes de todo el mundo. Nos encantó. Empezamos el día con un show del rey león que fue espectacular. Después recorrimos todas las atracciones incluído un safari donde vimos leones, elefantes, jirafas, rinocerontes blancos y vacas de cuernos enormes. Fue muy lindo. Viajamos en tren y fuimos al fondo del mar en el show de Nemo. Los niños estaban extasiados. El ambiente era de felicidad total. En esos parques no se oye a los niños llorar ni a los adultos gritar. Todo el mundo vive feliz. Muy rico.



































Al día siguiente descansamos y visitamos a mi amigo Camilo en su casa del lago que es un pequeño paraíso de esquiadores. La casa es hermosa sobre un gran lago que conecta con muchos más. Los niños viajaron en lancha, la manejaron y vieron su hidroavión, lo exploraron y se subieron a ver cómo funcionaba.
Al día siguiente nos fuimos para Lego Land. Legoland está sobre lo que antes era Cypress Gardens, el parque temático más antiguo de la Florida, donde se iniciaron los shows de esquí en los años 30. Todo está diseñado para niños desde los 2 hasta los 8 años. Es perfecto para la edad de Bhai y Noe. Les encantó y rasparon parque desde que abrió hasta que cerró a las 8pm. Creo que caminamos por lo menos 10 km. Aun tienen los shows de esquí pero con personajes de lego y con los piratas como tema principal. Gozamos todos inmensamente.
Ayer domingo, último día de nuestro viaje, nos quedamos en el hotel descansando, durmiendo y haciendo unas compras de ropa para los niños.



























Todo lo que hicimos fue un adorno al verdadero valor de este viaje que fue ver a Bhai y a Noe florecer como buenas personas. Como siempre nos hicieron reir con sus apuntes. Al llegar a EE.UU y entrar a los baños de los aeropuertos con los secadores y los dispensadores de jabón, agua y toallas automáticos, Noe me dijo: "¡uy mamá, aquí todo es automágico!". En los parques de diversiones, en medio de las atracciones Bhai se decía a sí mismo "¡respira profundo, cálmate, relájate!" y al bajar después de los sustos de las bajadas súbitas y la oscuridad, gritaba: "¡me encantan los parques de diversiones!" Al salir el primer día de Magic Kingdom nos dijo: "ya no le tengo miedo a nada". Y enumerando con los dedos: "ni a la oscuridad, ni a los túneles, ni a las montañas rusas". En Animal Kingdom nos decía: "a mí me encantan los animales: me encantan las serpientes, las iguanas y las personas". Jajaja Esa si que me hizo reir. Me recordó al dicho de mi papá: "entre más conozco a los personas, más quiero a mi perro".
Noe se antojaba de cada cosa que veía en los almacenes de los parques. Algunas las compró pero para otras verdaderamente no nos alcanzaba la plata, que estábamos cuidando muy bien para poder hacer todo el viaje como lo habíamos planeado. No recuerdo cómo le habré explicado yo que no lo podíamos comprar, pero después de 3 días de parques me dice: "mamá, ya entendí qué seinifica (queriendo decir "significa") caro. Caro es cuando te falta plata." Es la mejor definición de "caro" que he oído en mi vida. Y me recordó a la filosofía de Pipe: En vez de preguntar "can I afford it?" Pipe se pregunta "how can I afford it?" O en palabras de Tato: "tire la billetera y salga corriendo detrás". Muy chistoso. Después de tres días de antojos insatisfechos le propusimos que le dábamos una plata y el decidía en qué se la quería gastar. Escogió un sombrero, un parche y un garfio pirata. Eso para añadírselo a la espada pirata que se había comprado el primer día en Magic Kingdom. Bhai no quiso nada. Frugal como su papá y su abuela paterna. No quiso nada aparte de una pistola de Buzzlight Year que apenas la abrió se la dió a su hermano para que jugara con ella.
En una de sus manifestaciones de amor, Bhai me abraza y me dice: "Mamá, todo mi corazón es tuyo". Y empieza a cantar: "hay amor en el aire, hay amor en el aire" y me coge de la mano y empieza a bailar conmigo. Por supuesto que parecía una escena de película en donde la princesa (yo en este caso) no pudo hacer nada más que derramar lágrimas. Divino.
Durante el campeonato, Noe me dice: "mamá, yo te pongo la medalla". A lo que yo le respondí: "Noe, no se si me gane una medalla. Primero tengo que participar." Y me dice: "tu eres una ganadora. Tu nunca fallas mamá."
O cuando sale corriendo con la paleta a la sala y le digo: "Noe, no te lleves la paleta a la sala porque puedes ensuciar el sofá. " No mamá, tranquila, confía en mí. Yo no voy a regar."
En Legoland,  Noe quería repetir una atracción e hizo la fila solo. Cuando llego a la cabeza de la fila, el señor de la entrada le preguntó "where's your party?" pues se suponía que un adulto debía ir con el hasta ese punto (en los caballos de la atracción solo podían montarse los niños). En vez de asustarse por no entender lo que le decían, le dijo al señor "wait" y salió corriendo a buscarme pero no para que yo fuera a solucionarle el problema, sino para preguntarme: "mamá, ¿qué seinifica (queriendo decir "significa" y me niego a corregírselo porque me encanta la media lengua y creo que es lo único que no dice perfectamente) "party"?" Casi me derrito de la ternura al verle la firme decisión de solucionar el problema solo y de lograr montarse en el caballo solo, sin ayuda.
La cantidad de anécdotas fue enorme y por tanto que tuvimos no las escribí en el momento y algunas se me han olvidado. De vez en cuando algo me las recuerda y entonces las escribiré.
La llegada de regreso a la casa ha sido deliciosa. Extrañaban su "casa de Chocontá" según Bhai y "Mi casa de Suesca" como la llama Noe. Llegaron a ver a todos sus animales. Bhai quiere dormir con los perros en su cama y esta mañana persiguió a los gatos por todas partes para consentirlos. Dice que por favor le ayudemos a armar aquí su colección de iguanas. Creo que para eso tendremos que visitar mucho a la tía Vero cuando esté frente al mar. Hoy me preguntó Bhai que si Swamiji ya tenía en India una fábrica de dulces.
Los noto muy despiertos y muy receptivos a los cambios que yo he hecho en mi manera de relacionarme con ellos. Mi manera nueva es dar un paso atrás cada vez que algo pasa hacia lo que yo naturalmente reacciono. Cuando estoy a punto de decir "no" a lo que sea, doy un paso atrás y me pregunto: ¿por qué no? y por lo general la respuesta nunca llega inmediatamente. Y entonces me preguntó: ¿como hago para decir sí?. Y siempre llega una manera más humana de tratarse. Ellos son más cuidadosos en su trato conmigo y con los demás y yo también. Ellos reconocen y honran que se les escucha y que sus decisiones tienen peso y por eso escuchan y honran las peticiones de los demás. Y todos crecemos como personas. No es fácil y fallo mucho. Pero por lo menos ya empecé un trabajo sobre un camino concreto, sobre el que he estado leyendo. Es la paternidad/maternidad compasiva, en el verdadero sentido de la palabra: cómo hacer para ponerse en los zapatos del otro y tratar de entender de dónde viene lo que está diciendo; tratar de ver el mundo como esa persona lo está viendo para poder entender más de cerca lo que está diciendo y así yo poder alejarme de mis hábitos de reacción, abandonar el uso de frases de cajón que se dicen sin sentido y con las que las personas se ofenden. Escucharlos de verdad y tratar de decir Sí más veces. Ojalá pudiera abandonar el "no".
Esto me trae a otra anécdota: Noe tiene un dicho que es "bla bla bla". Lo usa muy acertadamente cuando un adulto está hablando más de la cuenta, ya sea para "cantaletearlo" o para darle información que el no ha pedido. Claro, no suena muy amable si lo dijera un adulto, pero como viene de un niño de 4 años, suena gracioso. Como estoy en la tarea constante de ponerme en sus zapatos y ver porqué dicen lo que dicen, he notado como el uso del dicho es sistemático. Lo usa exactamente para las situaciones que conté antes, con una perspicacia impresionante. Se ha vuelto mi "termómetro" para saber cuando estoy hablando de más. La verdad es que cuando tengo conversaciones ricas con el en las que no estoy en la posición egoista de quererle enseñar algo que yo se y que el no, el nunca usa el blablabla. Ese es un ejemplo de algo que sin pensarlo, para algún padre podría ser algo irritante y merecedor de castigo pero que yo en esta nueva actitud de maternidad/compañerismo se me volvió una herramienta para yo cambiar algo en mi. Ese es el único cambio que puedo hacer.
Hoy recogí todo lo que fui coleccionando en el viaje como las entradas a los parques etc y les propuse que si hacíamos el libro de experiencias. Bhai me cogió todas las entradas, los mapas etc y me dice: "no mamá. Solo fue un viaje. Ya está. Ya se terminó." Uy que capacidad de estar presente! El ya no está mirando más que sus flores y sus animales aquí. Qué don!
Hoy al acostarse, cada uno dijo una frase justo antes de quedarse dormido. Noe dijo: "Adiós Dios, acompáñame en mis sueños".
Y Bhai dijo: "Yo soy Bhai y para mi todo es posible".

Mis personajes me enamoran cada día más. Soy una afortunada de tener estos dos grandes maestros.