lunes, 3 de marzo de 2014

Curso de Logopedia en Lima 15

Esta entrada será corta. Hoy no me sentó bien el almuerzo y aunque debería estar durmiendo hace tiempo, no logro conciliar el sueño creo que por el hecho de no haber escrito. Asi que lo haré brevemente para quedar con la conciencia tranquila y poder dormir.
Además de que se me pasa por la cabeza el hecho de no haber registrado el día aquí, también me tiene despierta el soñarme mi abrazo con Noe cuando lo vea. Ya cuento las horas para el encuentro.
Mañana invité a Patricia aquí a la posada para que conozca un lugar maravilloso como complemento para su trabajo con las familias que vienen de otros países. La verdad es que esta casa que nos ha acogido como un hogar nos ha dado el apoyo perfecto para toda esta experiencia tan maravillosa. Tener una familia fuera de casa, una casa a donde puedes llegar a sentarte y compartir con alguien, hacerte un café o un jugo sin tener que salir a un restaurante, es esencial en este proceso.
Aquí tendremos tiempo de conversar más fuera del tiempo estricto de trabajo en el CLV.
Hoy tengo un par de anécdotas cortas. En el CLV trabajamos con Natalia la primera hora. Introdujimos la B y unimos la BA a la BA BE BI BO BU. Bhai ya reconoce las sílabas perfecto y se inventa su "palo mágico" (un palo con un poco de plastilina en un extremo para agarrar las sílabas) o su "caballo mágico" o el "martillo mágico". Todos los días quiere volver mágico algún objeto común que se encuentre. Se le ponen los círculos en la mesa y cada día es más rápida la identificación de la sílaba que se le pide que busque. El va pegando en su cuaderno y va enderezando cada sílaba solito. Cada vez hace el trabajo mejor, más rápido y con menos ayuda. Luego unimos las sílabas con un camino de plastilina que fuimos armando pacientemente porque estaba entretenido con un juguete para hacer burbujas. Le negociamos para hacer una burbuja cada vez que pronunciara la unión correcta y que me ayudara a mi a hacerla con plastilina. Luego a mi se me ocurrió volver a repasar las uniones trazando con lápiz sobre la pastilina que fue buena idea porque le gustó la sensación de la punta del lápiz pasando encima de la textura de la plastilina. Además quedó muy bien delineado el camino de unión. Esta idea me va a funcionar para hacerlo escribir. Natalia hoy quiso ensayar hacerlo trabajar durante dos o tres minutos seguidos y luego dejarlo descansar uno o dos. Y dio buen resultado. Estuvo constantemente motivado.
Luego yo tuve sesión con Patricia. Hoy no hablamos de teoría sino que la sesión transcurrió más como una charla sobre la importancia de lo que un padre y una madre digan a sus hijos. De cómo tu puedes grabar TODO en su mente y hacerlos creer lo que ellos quieran, bueno o malo. Hablamos de lo permeable que es la mente de un niño (y la de un adulto también pero la de un niño más por su plasticidad) tanto para recibir los miedos del mundo alrededor, especialmente de sus seres más cercanos como para recibir y registrar todas las palabras que los enaltezcan, les den seguridad en sí mismos y los empoderen, especialmente de sus seres queridos. Yo siento que se esto pero hoy Patricia me habló de la importancia de verbalizarlo a menudo para que ellos se lo crean también y para que eso pese más que lo que "el mundo cruel" (en palabras de ella) quiera hacerles creer en determinado momento. En otras palabras, ella cree fervientemente que a la mente de un niño hay que entrenarla verbalmente sobre sus inmensas capacidades para que el día que se enfrente a alguien o algo que quiera imponerle limitaciones a ese desarrollo, sepa qué hacer, como reaccionar, qué decir y como seguir adelante sin dudar ni un segundo de que todo es posible y de que puede lograr lo que se proponga. De que una duda o un miedo o una mala intención de alguien no son obstáculos para alguien que está seguro de sí mismo y de sus capacidades. Me puso como tarea ver una película (Gifted Hands) sobre la vida de Ben Carson un famoso neurocirujano y escribir todas las frases de empoderamiento que su madre le dio durante su vida en la película. Voy por la mitad. La que tengo más presente hasta ahora es:

"tu puedes hacer todo lo que los demás hacen, solo que mejor."

Cuando le dice al niño que apague el TV porque ve demasiado, el niño le dice: "es que todo el mundo lo hace". Y ella responde: "el mundo está lleno de 'todo el mundo'. Si le inviertes el tiempo que le dedicas a ver TV a desarrollar las capacidades que Dios te dio, pronto todo el mundo te va a estar viendo a ti en TV." Mañana escribo el resto aquí.

Hoy estuvimos en la casa. En la tarde después de nadar un rato, nos fuimos a bañar por sugerencia de Bhai. Me metí yo primero y el se quedó atrás. Lo llamé varias veces y me extrañó mucho que no me respondiera porque ya no es tan común que se vaya y me deje y mucho menos que no responda. Abrí la puerta del baño que está frente al estanque de la tortuga de agua y le vi las manos atrás y los ojos brillantes de picardía. "¿Por qué no me contestas?" Le pregunté. "¿Qué haces?" Y hablando muy suavemente empezó a explicarme sobre el sistema digestivo y los alimentos. Le pregunté que sobre qué sistema digestivo hablaba y me dijo: "de la tortuga" (ahí yo ya sabía qué había pasado pero seguí preguntando). "Explícame mejor. ¿Qué estabas haciendo?". "La tortuga necesita muchos alimentos para nadar." respondió. Y me mostró el tarro de la comida vacío. El agua estaba llena de comida para tortugas. Le expliqué que tenía que tener cuidado porque esa era mucha comida y que se podía enfermar y todo el "carretazo" pertinente. Le dije que debíamos ir a buscar a Hernán para contarle. Y me dice: "Hernán puede regañarnos". "Sí, de pronto, pero no importa. Tenemos que contarle que nos equivocamos y ver qué solución hay. No te de miedo. Debemos contar las cosas de frente, sin miedo." Le dije. En ese momento Hernán no estaba pero cuando llegó, fuimos a contarle. Se demoró un rato, rondó a Hernán y finalmente lo abrazó y le dijo susurrando lo que había pasado. Hernán muy suavemente le dijo que la tortuga se iba a engordar pero que no le iba a pasar nada. Que no se preocupara y que no lo volviera a hacer. Que cuando le diera, le diera poco. Descansó, se tomó un vaso de agua y pidió aceitunas y queso que se comió en la mesa con ellos. A los pocos minutos me pidió que nos viniéramos a dormir.
Es la 1 am y aun no tengo sueño. Pero de alguna manera tengo que descasar para la madrugada y la energía que requieren las dos horas más importantes del día aquí en Lima.
Yoga Nidra será.

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