domingo, 2 de marzo de 2014

Madurez en perspectiva

Ya se sabe los libros que me prestó Patricia de memoria. Cada palabra que le señalo la dice bien sea porque se la aprendió de memoria o porque lee. ¿Acaso no es lo mismo? Mañana renovaré la biblioteca para seguir practicando.
Hoy tuve la oportunidad de ver el progreso de Bhai en cuanto a su madurez en un ambiente igual al que tuvo hace dos semanas cuando acabábamos de llegar. Estuvimos en la playa a donde lo llevé para su cumpleaños y fue un viaje inolvidable. Me enteré de que de la sede del club de Lima salía un bus los domingos para la sede de la playa en el sur. Así que esta mañana nos levantamos temprano, tomamos jugo con Hernán, Gaby, Luchi la hermana de Gaby y unos holandeses que están de huéspedes y nos fuimos a coger el bus. Llevamos el flotador de iguana gigante y algunos juguetes para la arena. Llegamos a la playa después de un viaje tranquilo en el bus como a las 11am. Apenas vio las banderas de la entrada me dijo: "¡Wow! ¡Ya llegamos a la playa! ¡Mira qué lindo!" No había mucha gente pues tienen en su reloj interno los peruanos la información de que el verano se acaba el 28 de febrero. Y todo se desocupa después de esa fecha, así la temperatura sea la misma. El día estaba un poco toldado, lo cual es perfecto para un día entero en la playa. Bhai se quitó la camiseta apenas llegó y se fue a la orilla del mar a jugar con las olas durante las siguientes 5 horas. Varias personas que pasaron admiraron su capacidad de estar solo, entretenido y concentrado durante tanto tiempo. La verdad es que lo vi durante todo el día "en su salsa" absolutamente feliz. No se cambiaba por nadie. Cada vez que fui a verlo y a estar con el, me miraba, se sentaba conmigo y me proponía algún plan. El primer comentario fue:
"¡ah! que linda playa! Necesitábamos un descanso y relajarnos tu y yo". 
Verdad. Fue puro descanso.
Me propuso que hiciéramos "angelitos de nieve" acostándonos en la arena y abriendo y cerrando las piernas y los brazos para marcar las alas del angelito en la arena. Luego me propuso que hiciéramos un castillo con muralla y río. Luego me propuso que fuéramos al "parque de juegos" que quedaba sobre la playa a un extremo y que hiciéramos carreras. Cuando llegamos al parque le dije que ahora yo proponía que hiciéramos ritmos (ejercitando el meter mis metas del MV en el día a día) y me dijo que sí. Que hiciéramos "ritmos de hip-hop" y empezó a coger palabras y a ponerles ritmo. Primero una palabra (mientras tanto movía la cadera de lado a lado, la cabeza arriba y abajo y los brazos a los lados) luego dos y luego trataba de hacer ritmos con frases enteras. Nos divertimos mucho: "Las olas, están muy altas, muy grandes ¡oh no!" (pónganle "ritmo de hip-hop" cuando lo lean) y así hicimos 20 ritmos más con todo lo que veía y lo que recordaba de la vez pasada que habíamos estado ahí, como "el pez guitarra". Ritmos mucho más sofisticados que MA  MAMA.
Le propuse que nos devolviéramos a donde teníamos nuestras cosas y nos fuimos mirando conchas y cangrejos. Jugó otro rato solo y luego me le acerqué y le dije que íbamos a almorzar, que por favor se saliera del agua y viniera para poderlo bañar y cambiar para ir a sentarnos a la mesa. Se vino juiciosísimo, prendió la ducha, se bañó y se vistió. Se sentó a la mesa y se comió un pedazo grande de pescado con papas y limonada. Cai en cuenta de que en todo este proceso desde que fui a decirle que se saliera, no lo tuve que tocar ni una sola vez. Hizo todo solo con la explicación inicial.
A lo lejos vimos delfines (estaban a menos de 20 mts de la playa) y me dijo "¡Mira esos tiburones! ¡Ah no!, son delfines". "Quiero descansar en la silla. Me das una zanahoria? Mis manos están sucias de arena. Voy a lavarlas." Se fue a la ducha, abrió, se las lavó, cerró y volvió. Se sentó y se comió su zanahoria. De verdad. Asi de juicioso. Quedé con la sensación de haber compartido el día con un verdadero compañero que estaba conmigo, que me acompañaba y que me cuidaba. No me sentí cuidándolo a el. Un placer. Cuando estábamos listos para irnos que fuimos a darnos una ducha en el vestier, se salió de la ducha y me dije "al final se me escapó". Ya me había hecho a la idea de que se había ido y de que se iba a volver a ensuciar y que todo el mundo me iba a decir que un niño "calato" (desnudo) estaba por ahí. Cuando depronto oigo que se devuelve y al otro lado de la cortina de la ducha me dice "aquí estoy mamá". Salimos al bus y antes de subirse se limpió los pies y se puso los zapatos. Al salir del club hay una vista hermosa de la playa y volvió a admirar diciendo "¡wow! ¡que lindo!Se vino acostado sobre mi regazo y apenas nos bajamos del bus me tocaba organizar la venida hasta la casa. Lo mismo pasó. Le dije que me esperara en el parque y que yo le avisaba cuando fuera hora de irnos. Apenas conseguimos transporte le dije y vino ahí mismo, se puso los zapatos y salió, solito. Cuando llegamos aquí a la casa le di las gracias por un día maravilloso y le dije: "es que tu estás muy.... muy..." y me quedé buscando el adjetivo correcto y el me completó: "Muy contento. Estoy muy contento."
Fue muy especial andar con tal compañero. Y nostálgico porque me di cuenta de que ya no tengo un bebé.

Bhai del Mar

Noe escalador




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